La estadísticas se revelaron al otro día, cuando Rober, un tipo adicto a la Cajita Feliz y a las comidas de niño, reveló que su lugar de origen era Córdoba. Estaba emocionado con su gatera, con su juego, con el fútbol que había desplegado la noche anterior: tan emocionado estaba que no aguantó. Y se quebró.
La muñeca de Rober dijo basta. Lo mismo que dijo su tocayo, el Cordobés (no sé el nombre, llamémoslo NN), que no aguantaba una superioridad que no era numérica: era toque y toque, mueva, mueva, pase, pase, no la veo, no la veo… ¡Cambio de equipos!, expresó a los cinco minutos de comenzado.
La superioridad abrumadora del equipo rival se hacía sentir en lo que Freud llamó el inconsciente. Allí le habían golpeado al Cordobés genuino (no el de Rober), acento mediante, que cabroneaba ante cada ataque contrario. También estaba De Yong, un aristócrata irlandés que desembarcó en el fondo de Núñez, con su cresta a medio crecer y un silencio interno que se expresa en la pelota. No hubo pañolada del otro lado, porque no somos gallegos, ni tampoco cordobeses, sólo hay tres cordobeses, Rober (¿?), Cordobés (NN) y De Yong. El resto es de la Capital de la soberbia.
Soberbia porteña que se lució de la mano de un brillante Guga Gómez (símil de Chupa López, Papu Gómez, etcétera) que no dejó pasar a nadie y brilló más que nunca. Como Vidu, como su pelada. Gran figura Guga, atuendo amarillo, ¿hincha de Defensa y Justicia?, barba a medio crecer. Vidu manejaba los hilos desde el fondo: bilardeando con su juego, enharbolaba la bandera del Brasil: Ordem e progreso. “Esa es la bandera del fútbol, la del mejor fútbol. Sigamos así, muchachos”, pedía, pedía, pedía, pedía… ¡Dejá de pedir!, le pedían (ay, la redundancia) desde afuera una muchachita, peperina ella. Speron se sentía Michael Owen en su peor época (aún así era superior) y apretaba el cuadrado de la play con total certeza.
Lilo ni la tocaba; paradojas del fútbol: pidió contener a los rivales y después se quejó del aburrimiento que esto le producía. Del otro lado un desconocido Nacho que no encontró nunca el Fútbol Por la Vida, los actores famosos ni una diva para desconcentrarse; un Leo que se quedó a jugar otro partido porque no había jugado ninguno antes; un Shulmi que tuvo menos guión que mi mail (es vidusky@); y un Toledo que se sintió en un súper marplatense (Toledo) y paseó al compás de Guga y cía.
Se fue otra tarde de fútbol. De fútbol champagne. Finalizo la crónica con una frase de un contemporáneo de Nietzche: “Más vale un Nacho austríaco y blanco que un Rober aniñado y con la muñeca quebrada”. Hasta la próxima… Hasta luego.
UnoXUno
Lilo: otra vez muy seguro, sigue acercándose a su mejor estado.
Vidu: "el parlante" estuvo atildado y seguro, administró bien el balonpié tratando siempre de construir desde abajo.
Guga: uno de sus mejores partidos , seguro en el quite y bien en el manejo.
Herno: buen partido y se lo vió con más llegada al arco rival. Convirtió un hermoso gol con una hermosa asistencia de Juan
Juan: como siempre "el arquitecto" muy seguro en el manejo y el traslado de la pelota. Con mucha llegada a la portería rival
Rober: buen partido, empezó de menor a mayor, marcó seguido al principio y luego se diluyo un poco.
Leo: estuvo flojo en el arco, no fue un buen partido de la "araña".
Cordobes: metió y lucho, se olvido un poco del juego y protestó mucho.
Nacho: no fue uno de sus mejores partidos, pero aportó un lindo gol.
Chefero: un tractor va y va y no para, esta vez no alcanzó.
Shulmi: no tuvo un buen desempeño, le falto la claridad de otros partidos
Sebas T: esta vez su actuación quedo resumida solo a un lindo gol.
5 comentarios:
Gracias Fulbi-viernes!!!
por tantas alegrías!!!
Muy bueno el aporte del comentarista invitado,le dio una visión un tanto narcoléptica pero no por ello menos certera...
Mi único reclamo: QUE A LEO TAMBIÉN LE PONGAN ROJO!!!!! No quieran quedar bien con él porque es el gordito que va al arco.
Saludos
szulmi
Guga, fuiste la figura.
Mierda!!! odio los amarillos.Me voy aentrenar al mar. Pateando olas.
Mas alla de eso, muy bueno el relato, exelente, magnanimo... La proxima proba de hacerlo sin faso a ver que sale...
Ch.
Vidu, sin vos no es lo mismo
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