En este mundo nadie tiene la vaca atada. Menos un deportista. Federer ahora es número 2 y hasta Phelps puede ahogarse algun dia en una pelopincho. Un dia brillás y al otro solo eres una sombra. La rueda de la vida que le dicen... Y acá no hubo excepcion. Después de concentrar las miradas de todo el mundo futbolistico, recibir los mas merecidos elogios y pavonearse con el éxito eterno, nuestro amigo Galli cayó, al vacío, como el avión de Gardel, como la estatua de Sadam Hussein, como el índice del Indec.
Paseándose por la cancha, como turista árabe en plena 9 de Julio, buscando un pasaporte que alguna vez tuvo en sus manos, una identidad perdida...
Y el partido tuvo algo de eso también, no fue claro, por lo menos al principio, los favoritos dejaron de serlo y salto la banca. El equipo B rápidamente pudo marcar la diferencia, a base de orden, cooperación, juego asociado y claridad en el juego. Pases correctos, ajustados, marca ferrea y descarnada y ganas de ganar. Supo manejar tiempos y espacios y llegar a la mitad del partido dejando una excelente impresión y causando la sorpresa psicologica de aventajar a su rival por tres goles.
Pasada la mitad del tiempo, lo fisico fue jugando su factor, medias bajas, manos a la cintura y un cansancio que sin pedir permiso se colo en el equipo que hacía la diferencia.
Esto desperto al equipo A, tocándole el timbre de la oportunidad. Aparecieron las jugadas asociadas, el apriete y los pases justos, y allí vinieron los goles, el equipo se recuperaba del cachetazo, aunque se mostraba partido al medio pudo asestar tres pelotas en la red, lograr la igualdad y provocar el silencio expectante de los presentes.
Ahora, el destino era incierto, el match entro en una meseta, parecía que la conformidad por el resultado era un pacto entre las partes. Pero acostumbrados a las sorpresas apareció un delantero con ánimos de cumplir años, de cumplir sueños y de un centro muy bien ejecutado llego la bomba, al angulo, cual derecha de Tyson, definición impecable, distinguida, al mentón, a la lona. Más tarde y jugando con la desesperación ajena llego la segunda estocada, calcada con carbonico y aprendida hacía minutos por alguien que sabe, otro centro y otra definicion de prestigio, tal vez el gol que soño varias veces, aquel que podra contarle a los nietos. Diferencia +2, cuenta en la lona, confusión...
Con el reloj pesando en la espalda llego el knock-out, gol, derechazo en la sien, cuenta final, final del cuento.
UnoXUno
Lilo: Hizo lo que pudo, trató de emparchar los agujeros de su defensa, se mostro firme y seguro y expuso su físico más de una vez en post de la defensa de sus tres palos.
Shulmy: Tibio, desconcentrado, poco habitual en el, no cerro el candado de su defensa y erró un poco en las salidas.
Guga: Pilar en su lateral, por aca no pasa nadie (vivo), salió siempre de abajo y con destino cierto.
Hernan: Colectivo. Ayudó atrás y se proyecto muchas veces acompañando la ofensiva.
Eze: Perdido, confuso. Corrió mas de lo que penso y perdió mas de lo que ganó. Esta vez no hubo química ni magia.
Robert: Sin su ladero predilecto, no pudo compensar la falta de fútbol en general de su equipo, marco cuando pudo y remato varias veces.
Leo: Supo contruir un muro, sólo un error de distracción bajó su performance. Buena actuación.
Nacho: Un Fort Nox atrás. Adivinó siempre la fintas de sus atacantes, salio prolijo y puso fisico.
Cordobés: El más flojo de su equipo, tiene que largar el fernet, no estuvo despierto pero coopero. Sus subidas no fueron claras pero cerró una buena noche.
Juan: Arquitecto del medio campo, cerebro y reloj del equipo. Se lo noto cansado, el deporte y el hombre (o mas bien las mujeres).
Chefero: Una columna vertebral en el costado izquierdo. Puso, metió, pensó y sobretodo definió en el momento clave del partido. Para tener en cuenta.
Toledo: Mas activo que otros dias, se mostro bien, acompañó y se dió el gusto del gol soñado.
Por lo menos, asi lo veo YO.