Tiempo límite

Por segundo viernes consecutivo nuestro partido duró más del tiempo que estamos acostumbrados a jugar, y pareciera que para algunos dadas las circunstacias, a partir de la hora y un minuto es como si se detuvieran como los conejitos de la propaganda de las pilas duracell. Como si las energías dijeran basta, y las piernas no respondieran más a las ordenes que llegan del cerebro.

Claro, que esto es solo algo que podemos afirmar apoyándonos en algunos de los testimonios post partido de la última fecha. Todo esto está ligado al nivel de entrenamiento físico, a la intensidad y esfuerzo realizado, a la paridad técnica de los jugadores, edades, etc. O sea una serie de factores que incidirán en relación al grado exigencia a la que nos someta la intesidad del partido.

Sin una condición aeróbica acorde en partidos muy exigentes, a un ritmo mayor, rápidamente llega el cansancio con la sensación de falta de aire y la pesadez de las piernas. En pocas palabras es necesario tener resistencia para mantener un trabajo defensivo y ofensivo a lo largo del partido, con todo el contacto físico que esto implica, lograr tener fuerza en los emparejamientos, saltos de cabeza, para pegarle a la pelota con potencia, mantener velocidad y rotación, etc. El momento donde uno y su equipo requiere de toda su concentración para poder correr, saltar, jugar en espacios amplios y reducidos expuestos a diferentes factores, físicos, anímicos.

Un poco esta introducción está dirigida a lo que nos dejó una vez más la experiencia de un partido de una hora y media aprox., parejo desde el comienzo, nunca hubo una marcada diferencia entre ambos equipos. La banda de Juancito, con la vuelta de Lilo al arco, con el cordobés en defensa - que bien podría ganarse alguna medalla olímpica en alguna disciplina de artes marciales-, con Chefero volviendo a tener el resplandor que supo acompañarlo durante el año pasado, y acompañados por el siempre ascendente Nachito y el movedizo Sebas Toledo. Enfrente la otra banda, la del tanque Galli, un poco más tranquilo esta vez, con Shulmi como lugarteniente, Ale "Phelps" Caldarone, especialista en nada....r, Guga, Robert y Herno que se lució haciendo olvidar a Leo en el arco.

Justamente, dicen que un equipo se arma de atrás para adelante, y Herno aseguró lo esencial, cerrar el arco, disfrazándose de Pato Fillol, sacó infinidad de pelotas y colaboró con un triunfo que a la hora del partido no era por más de un gol o dos, tal vez hasta podría ser empate. Pero el partido no se termina hasta que se termina y De Yong y compañia no solo se encontraron se con la barrera en el arco, también con que una vez más el reloj les jugó una mala pasada.

UnoXUno
Eze: ratificó sus últimas actuaciones, y esta vez también estuvo bien acompañado.
Guga:buen partido , sigue tranquilo y tratando de jugar la pelota por el piso.
Herno: esta vez sorprendió, lo raro es que fue en una posición que no es habitual en él. En el arco, inspirado, parecía Shilton en sus mejores momentos.
Robert: sigue derecho para el arco, puede comerse un gol increible , pero después no te perdona, se cobra el que erro con intereses.
Caldera: BUBBLE-MAN (hombre burbuja) una incognita constante, hace muchas cosas bien, pero vive perdido en su mundo.
Shulmi: corre, juega y ahora también le pega al arco, un gran jugador.


Lilo: Aplausos por la vuelta de un gran arquero, pese que pagó su lejanía del arco, se esforzó y demostró su gran capacidad.
Sebas T: le falta un poco de orden, pero exige de todos modos. Igual trata de hacer lo suyo que son los goles.
Chefero: ESPECTACULAR, mas allá de haber perdido su equipo, fue el jugador del partido, corrió, jugó, se cargó el equipo al hombro , pateó a más no poder e hizo sus acostumbrados golazos. VOLVIÓ.
Juan: tambien hizo un buen partido y es una buena sociedad con Chefero, un gran coraje da al verlo correr aun acalambrándose por el esfuerzo.
Nacho: no fue el mejor partido de la promesa, pero sigue demostrando que esta para más, la pide y se arriesga. Para aplaudir.
Cordobés: este no fue su partido, estuvo nervioso y un poco impresiso. A veces su temperamento lo traiciona.